viernes, 25 de noviembre de 2011


Esta mañana nos hemos levantado con un ligero dolor de cabeza provocado por la maravillosa cerveza local.



Hemos llegado dos horas tarde al desayuno, como auténticos europeos arrogantes. El cocinero del centro cultural que va a darnos de almorzar todos los días nos ha preparado algo con cara de pocos amigos. Nos hemos prometido llegar a partir de ahora a la hora acordada.

Después del desayuno hemos logrado recibir dos de las historias de los participantes. Hemos salido a la terraza, al sol del mediterráneo a trabajar en ellas para hacerlas más plausibles, más cinematográficas y, sobretodo, más sencillas de rodar.




Se puede apreciar en las imágenes en las dificilísimas condiciones en las que tenemos que trabajar.

Después de acabar con nuestra ardua labor hemos salido a pasear, tomar café y buscar localizaciones donde rodar los futuros cortos.

Hemos bajado la calle de las tiendas desde el Grand Hotel Bethlehem y nos hemos dejado engañar en una tienda donde nos han vendido dulces de jengibre por un ojo de la cara. Bueno... realmente no estoy seguro si nos ponen un precio especial para carabobos o es que Berlín es más barato que Belén. O quizá es que el Euro se ha devaluado últimamente...

Al final de la calle hemos llegado a la Basílica de la Natividad. El lugar exacto y preciso donde nació Jesucristo. Y por fin hemos encontrado a los turistas..

Hasta el momento tenía la extraña sensación de estar en un escenario preparado para albergar y satisfacer las exigencias de una masa ingente de turistas en el que sólo pasea público local. Tristes vendedores de souvenirs sin turistas a los que agasajar con sus fantásticos productos.

Dentro de la iglesia estaban celebrando la misa ortodoxa por lo que se producía una lucha extraña entre los guías de grupos rusos y coreanos y los religiosos barbudos. Los unos por hablar para sus clientes lo más alto posible y los otros por mandarlos callar.


http://www.circulolateral.com/revista/revista/articulos/111jruizsierra.htm

Luego nos hemos encontrado con el vendedor que mejor habla inglés de la calle y nos ha conducido a un restaurante más barato que donde cenamos ayer. Nos ha explicado que no hay turistas por la calle porque tienen miedo de adentrarse en la ciudad, por lo que les pudiera hacer la población palestina. Llegan en autobús, se meten en la iglesia, van a uno de los tres souvenirs con enchufe político y se largan sin poner un pie en la ciudad.

En el restaurante no sólo hemos disfrutado de la comida local sino de la música característica de la zona:



El manager del local nos ha pedido que informemos de la problemática de la ciudad entre cristianos y musulmanes, que contemos que no es tan mala como se dice. Luego sin embargo nos ha contado el último problemón que hubo cuando un musulmán se quería casar con una cristiana de 16 años.

http://articles.sfgate.com/2005-05-15/news/17371989_1_west-bank-christian-adriana-s-father

También nos ha hablado de tres personajes ilustres cristianos cómo él a los que debemos entrevistar sin falta. Joder... escribí los nombres en unos papelitos. ¿Donde coño los habré puesto?

Luego ha llegado la maravillosa actriz palestina Riham y nos hemos ido a un local de moda ricamente decorado con un montón de papás noeles. Porque ya es navidad en el Corte Inglés, y en Belén.









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